viernes, 13 de noviembre de 2009

Poco a poco, hacia paredes silenciosas.

Cuando despertó, no pudo evitar llevarse las manos a la cabeza; tenia migraña, y ciertamente no sabia donde se encontraba, se froto los ojos y se incorporo lo mas lentamente que pudo, como para evitar que su cabeza explotase espontaneamente. Estaba en una habitacion pequeña de techo alto, la unica y diminuta ventana se encontraba unos 4 metros sobre el, era una ventana circular por la que se colaba un rayo uniforme de luz blanca lo suficientemente fuerte como para iluminar la habitacion donde estaba.

Se apoyo en una de las paredes y vomito con los ojos cerrados, las piernas le fallaron y se desplomo sobre el charco que acababa de formar. Era sangre, el, acababa de vomitar sangre. Un sabor metalico le invadio la boca y la garganta de inmediato, sintio cada centimetro de su piel volviendose cada vez mas palido, y perdio el conocimiento.

El no se habia dado cuenta, pero a pocos metros de el, a solo unos centimetros por encima de la altura de su hombro, se encontraba la perilla de la puerta que llevaba hacia afuera de esa habitacion que no aparece en los planos de ningun edificio. El ya no sabria que es lo que hay del otro lado. El cuarto permanecio tan silencioso que, de haber estado consciente hubiera podido escuchar su sangre circulando ritmicamente al compas de los latidos de su corazon.

1 comentario:

Maria n_n dijo...

wow, me dio tristeza de cierta manera .-.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...