domingo, 25 de abril de 2010

Un reprochable desentendimiento de la negación.

Hoy en día todo esto me parece familiar. Las cosas se cierran por encima de mi cabeza, y el suelo sobre el que camino se mueve bajo mis pies abriendo sus alas para volar hacia quien sabe donde, a donde quiera que se dirija con su grácil vuelo le deseo suerte, pero como sea yo me quedo sin sobre que pisar, y caigo.

Mientras me preparo para el impacto logro sostenerme de algo, en apariencia es frágil y no se si pueda sostener mi peso por mucho tiempo, trepo sobre el y frente a mis ojos aparece un camino de baldosas amarillas. Le sigo pero no me llevo a ningún sitio en particular.

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Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...