jueves, 3 de junio de 2010

El sabor de un cielo convertido en liquido.

Su apariencia recordaba a algún cuento de terror clásico, al verle no se me venia a la cabeza la imagen de ningún personaje en especial, si no mas bien el escenario donde se llevase a cabo la trama. Sus cabellos despeinados apuntando al cielo de forma desastrosa como arboles muertos de ramas poco gráciles, los ojos oscuros inyectados de sangre por el desvelo, la piel reseca y sucia, la barba crecida como un bosque de espinas. Y esa imagen tosca me pertenecía, era tan propia e innegable como el calor a la llama o la sal al océano.

La vida en mi planeta hecho de nada, me permite el lujo del desaliño, pero en mi planeta hecho de nada es difícil justificar la existencia, nada crece, nada nace, nada muere y nada puede ser creado. Las noches son extremadamente frías, el aire pesa, la inmaculada blancura se extiende infinitamente bajo mis pies, la belleza que alguna vez me maravillo crea una paisaje monótono en el que me cuesta concentrarme y tortura a mis pupilas.

Soy todo cuanto existe y piensa en mi universo desolado, eso alimenta mi curiosidad por saber que hay mas allá, por conocer si hay vida en los planetas naranjas, azules, o verdes. Por eso construí un bote, es sencillo y con inevitables costuras evidentes, cálido al tacto lo construí con ideas y extremo cuidado, flota en el aire y debo amarrarlo a mi cintura con realidad cosida en forma de cuerda, mi cuerpo sometido y convertido en ancla no se mueve.


1 comentario:

king dijo...

me quedo con tu pregunta; -que hay mas alla?- ... tal vez la respuesta sea: mas planetas ya pre-creados en espera de ser colonizados con nuevas ideas,desafiando las leyes predeterminadas de logica, donde lo real y fantasia se juntan,haciendo que estar despierto y dormido sea un mero estado de conciencia totalmente falso... donde los sonambulos gozan de la total verdad... saludos G.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...