miércoles, 25 de agosto de 2010

Cosas del cuaderno escrito en Codigo II.

Mientras la cuarta aguja rompe su piel no se le ocurre nada inteligente que pensar o decir, por lo que por fortuna se queda callado. El hilo de sangre que brota de su piel perforada es rápidamente limpiado por la lengua de su acompañante, la chica que le sigue a todos lados, quien por cierto tampoco tiene absolutamente nada inteligente que decir y ha dedicado los últimos quince minutos en adular tontamente a quien ahora se inserta una quinta aguja y a terminar cada frase con su risilla idiota.
-Me gusta el sabor de tu sangre.- Dice mientras se pasa la lengua por los colmillos amarillentos y de tamaño regular.
"Menuda tonta" piensa para si, e inmediatamente vomita el alcohol que ha ido ingiriendo a lo largo de la noche.
Yo mientras, contemplo la escena sin estar realmente ahí, para cuando vuelvo a parpadear estoy en mi habitación a oscuras, y hace frío.

No hay comentarios:

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...