viernes, 1 de octubre de 2010

Ultimos cielos purpuras.


El sol desciende despacio detrás de los edificios de enfrente y con el, las sombras se alargan y tocan mis pies, si se extendieran hasta mi cabeza no tendría que usar mis manos a modo de visera. A escasos dos metros de mi mano extendida hay un asta cuya bandera no ondea el viento.

Es jueves 30 de septiembre del 2010, faltan unas horas para que los arboles sean iluminados por las luces violeta del parque. Luces naturales por el día, luces artificiales por la noche ¿Toda nuestra seguridad se basa en la ilusión de poder apartar las tinieblas?.

Hay poco menos de 7 mil millones de personas distribuidas al rededor de un mundo que muchos juran agoniza, algunos viviendo como mejor les place y otra mayoría viviendo como creen que deben vivir. Poco menos de 7 mil millones de personas creando a la vez momentos que alguien recordara.

En algún sitio quizás en una lengua de la que nunca he oído hablar un niño llama la atención de su madre y al acercarse esta, es interrogada.
-Madre ¿Que pasaría si no hubiese luz?
Y la madre sorprendida en un momento donde el sentido común y el optimismo que una madre ha de transmitir responde.
-Todo ardería.
Pero los oídos de quien recibe la respuesta son aun muy jóvenes para entender el significado o falta de ello.

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Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...