sábado, 6 de noviembre de 2010

Cancion de amor de la era espacial.

Por primera vez en varios minutos alza la vista del grueso libro que sostiene con ambas manos y echando una rápida ojeada al reloj de pared se da cuenta de que una vez mas se le ha hecho tarde, en un gesto lento y mecánico estira un brazo medio entumecido hacia el teléfono y con la otra mano presiona uno de los botones del marcado rápido.

El vibrar del celular en el bolsillo derecho del pantalón le saca precipitadamente de sus pensamientos, da una larga bocanada al cigarrillo que sostiene únicamente con los labios y tomándose su tiempo extrae el teléfono del bolsillo, tras observar el nombre del remitente decide no contestar. Es lo usual, ella solo llama cuando se le ha hecho tarde, y a estas alturas no le apetece escuchar las mismas quejas y regaños por la pequeña bocina del aparato, aunque esto no significa necesariamente que a partir de ahora se dará prisa, en lugar de ello apaga el celular y lo arroja al suelo junto a sus zapatos negros cubiertos por una finísima capa de polvo grisáceo, junto a estos una maleta mediana de un color verde pálido. Da una ultima bocanada al cigarro y lo deja caer al mismo tiempo que el sonido de las turbinas de un avión cercano inunda el aire.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya te he dicho que me E N C A N T A como escribes? ..
Ya sabes!! conti!! (: ..
Te Adoro! .. esta genial en serio!! me gusta bastante!!

Silvia

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...