miércoles, 29 de diciembre de 2010

"Desgarrando el cerebro de la vaca."

Por primera vez en el año, comienzo a amarte, diciembre.

Hay decisiones fáciles que traen consigo consecuencias difíciles y hay también por el contrario decisiones difíciles que traen consecuencias fáciles.

Hermosos, hermosos errores, el día en que deje de cometerlos decidiré que la vida ya no es interesante y brincare de un edificio o ingeriré una caja de sedantes o me pegare un tiro en las sienes, o quizás sencillamente no haga nada y continué con una vida sin emoción, como sea, son cosas de las que no debo preocuparme pues estoy tan consciente como encantado con mi imperfección y mi inigualable capacidad para complicar las cosas sencillas.

¡Pero no puedo amar las cosas sencillas! Lo sencillo me aburre con facilidad, pero empiezo a odiar mi aparente adicción a darle demasiadas vueltas a las cosas hasta encontrar un punto de fractura donde pueda aferrar mis deseos. ¿He de buscar puntos medios? ¿Un gris en un mundo hasta ahora de blancos y negros? Estoy tan mal acostumbrado a ello que temo el no poder reconocerlo.

Me gustaría decir que me siento como una persona nueva, que mi vida continua por fin. Pero ni he cambiado lo suficiente ni mi vida se detuvo en ningún punto, la única diferencia es que ahora me es mas fácil reconocer mi error y el vivir sin sentirme derrotado por ello, quizás aprendí algo importante y profundo que aun no logro comprender (aunque ciertamente no me siento como alguien que haya recibido el conocimiento de una verdad universal)ni lo se ni me importa, por que por primera vez en no se ya cuanto tiempo me siento libre de mi mismo. Y esa es una sensación genial.

No he ganado ni perdido nada pero tampoco ha sido un empate, entonces ¿Que fue? No lo se, y sinceramente no me interesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo ganas de aplaudirte te lo juro xD .. AMO COMO ESCRIBES!.. y esta sin duda me parece que es una de las mejores!!..
te quiero harto, nos vemos

Silvia

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...