jueves, 6 de enero de 2011

Citricos.

En el oficio la sensación de miedo e incertidumbre es algo tan normal y cotidiano que llega un punto en el que se vuelve monótono y lejos de poner a la mente en alerta la mete en un trance que obliga a realizar las acciones de forma mecánica y automática sin que sea necesario el siquiera pensarlas. Por ello es normal el que una vez terminado lo que se supone que tengas que hacer no puedas recordar los sucesos ni tus actos con la claridad que cabria esperar, al punto que de no ser por las pruebas físicas que comprueban que efectivamente sea lo que sea ocurrió, seria fácil negarse a si mismo el pasado y convencerse de que fue un sueño horrible y nada mas.

La negación es uno de los dos caminos en el oficio quizás el mas sencillo, el otro es la aterradora aceptación aunque ambos llevan al fin y al cabo a la deshumanizacion, no puede ser de otro modo, el oficio así lo exige. O te haces robot o bestia.

Un día como cualquier otro de esos donde el sol no calienta demasiado y hay enormes nubes blancas en el cielo, tu cuerpo mecanizado presiente algo, no sabes lo que es por que no es algo cuya respuesta pueda conocerse usando la razón y la lógica, todo luce inalterable pero todo tu ser te dice que ahí mismo hay algo, tu mente se confunde ante los estímulos diversos y das unos pasos desorientado, empiezas a sentir nauseas y tu visión se nubla sientes ganas de vomitar por lo que te llevas las manos a la boca, entonces te das cuenta de que tus manos están húmedas y en tu estomago hay un agujero del tamaño de un limón.

2 comentarios:

Una Resaca Cualquiera dijo...

Hola!
Es la primera vez que te leo y me ha gustado tu entrada
Te sigo para estar al tanto de tus novedades!

Eniweiss Nebermaind dijo...

Gracias y bienvenido =)

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...