domingo, 27 de febrero de 2011

Alma de goma.

De su boca parecieran brotar perlas cada que separa los labios y sus cabellos son de tal belleza que el viento no puede dejar de acariciarlos, por tal razón va casi siempre despeinada y al caminar tiene que quitarse el pelo del rostro con frecuencia para que este no le cubra los ojos, sus ojos. Sus ojos son como dos estrellas que cayesen del cielo, de una profundidad nunca vista y brillan con la luz de su propia inteligencia.

Las palabras son como olas erosionando la roca, es necesario que hable en el lenguaje mas profundo y honesto que se.

Viviase.

No hay nada que pueda hacer contra la voluntad que fuerza a mis dedos a presionar las teclas cuando tienen ganas de ello, es así de sencillo.

viernes, 18 de febrero de 2011

Sin direccion y simple a la vista.

-De niño podia saborear los sonidos, ver la musica y escuchar las pinturas. Recuerdo el sabor del cielo y las nubes con tanta claridad que no parecieran meros hechos pasados en la memoria solamente, el desagradable sonido de las construcciones marrones, los paisajes que pintaban las canciones de los viejos casettes de mis padres y sinfin de cosas mas que resulta demasiado cansado el describir. Yo no lo sabia pero mi mundo en aquel entonces era muy diferente al de los otros niños, yo por ejemplo no entendia el por que podian permitirse el aburrirse al grado de tener que comportarse destructivos solo por matar el tedio, y ellos por su parte no entendian el por que preferia caminar solo a juntarme con ellos. Por esta razon creci con la fama de ser un niño anti-social, egoista y engreido. Cierto es que lo de anti-social me lo tenia muy bien ganado y lo de engreido nunca me quedo muy claro si lo era o no, pero lo de egoista era algo completamente infundado; yo con gusto habria compartido mi mundo a quien fuese pero nadie parecia entenderlo, a los ojos ajenos, mi universo era un completo absurdo y a mis ojos los universos ajenos eran paradojicos y no merecia la pena el esfuerzo por entenderlos pues al final una vez encontrado el eje principal todos eran simples, monotonos y aburridos.

Sobra decir que por ello nunca fui del tipo de personas que tienen muchos amigos, yo era mas bien del a veces detestable grupo de gente que se sienta al costado del salon y sin quererlo ni desearlo tiene una mirada pesada y pareciera que esta enojada todo el tiempo. Y entonces, como un planeta invadiendo la orbita de otro, nuestros mundos se encontraron y como era inevitable se estrellaron y se destruyeron el uno al otro, la explosion se pude a ver a años luz de distancia y la luminosidad nos dejo ciegos un tiempo hasta que la luz empezo a menguar y pudimos por fin ver los fragmentos mezclados de nuestros universos.

Algunos grande, otros pequeños, todos flotando al rededor nuestro como observandonos y esperando el ser vistos. Como el poner el engrane faltante en una maquina y ver como todo lentamente empieza a girar a sus propios ritmos chocando las piezas unas con otras, haciendo ruido, crujiendo, y funcionando como deberia.

Nunca he sido fanatico de las cosas sencillas y aquella mezcla alquimistica de cosas inamovibles y dispares ciertamente no lo era, era algo nuevo, algo hermoso y algo que me delataria como un terco si le intentase describir.

Pero los atomos se fisionan y cuando lo hacen la reaccion en cadena aniquila todo a su paso.

El mayor problema del infierno es que si volteas hacia arriba, ves lo que hay en el cielo, y asi era mi nueva realidad, mi mundo al que antes amaba por ser algo tan facil de amar por todo lo que ofrecia y contenia, ahora me parecia simple y aburrido en comparacion. La verdad se me revelaba como una flecha volando veloz en el aire directo a la sienes; estaba solo, y no habia aprendido a amar el estar solo, sencillamente me habia acostumbrado a ello, eso y que sigo siendo un cursi al que le gustan los finales felices.-

El cantinero dejo la copa que lavaba e hizo lo posible por reprimir la risa burlona que queria salirsele, eso de “me gustan los finales felices” lo habia oido muchas veces en cierto local que frecuentaba pero en un contexto totalmente diferente desde luego. Al percatarse del esfuerzo que hacia, el hombre frente a el le pregunto extrañado que que le ocurria. Y el cantinero retomando el lavado de la copa responde sencillamente.

-Nada, nada. Descuide ¿Me decia?

lunes, 14 de febrero de 2011

La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de vuestra fermosura"

La escena es sencilla y trillada: un sujeto entra a un bar, se sienta en la barra y se pone a conversar con el cantinero, el giro esta en que no pide nada y de hecho la conversacion que mantiene con el hombre del otro lado de la barra es natural, familiar y llena de sentido. Pero a nosotros no nos interesan las cosas con sentido (al menos no por ahora) lo que nosotros buscamos son mas bien cosas torcidas, cosas cuya irregularidad y dispariedad justifiquen por si mismas su existencia, asi que nos levantamos pagamos la cuenta y salimos del bar.

En la calle hay algunos transeuntes, un perro echado en la banqueta, una fila de faroles que alumbran la misma y algunos arboles, nada peculiar, a simple viste no parece haber nada en lo que merezca la pena fijarse por mas de 5 segundos. Es tarde, pero no lo suficientemente tarde como para que las calles queden completamente vacias y sucedan las cosas que suceden cuando las calles se han quedado vacias.Para resumir y cortar con la pseudopoesia de tajo basta definir la hora diciendo que aun faltan algunos miles de segundos para que merezca la pena el quedarse dormido.

Conforme avanza la noche y nuestro cuerpo es arrastrado por nuestros pasos sin rumbo, las calles se llenan de autos que hacen sonar sus claxons a la minima provocacion, sin embargo nuestros audifonos nos impiden oirlos y eso es de agradecer, en este mundo un clavo no podra sacar otro clavo, pero un sonido puede sacar a otro sonido, mientras disfrutamos de la recien improvisada filosofia, uno de los autos que recien habiadejado de sonar su inaudible claxon a nuestros oidos, no frena a tiempo y nos separa del suelo.

Y entonces caemos hacia arriba, felices y orgullosos de haber encontrado algo absurdo esta noche.

sábado, 5 de febrero de 2011

Historia sobre absolutamente nada.

-¿Alguna vez te has puesto debajo de una de esas torres eléctricas de alta tensión, acostado en el suelo y mirado hacia arriba, hacia la compleja espiral de aceros retorcidos sobre ti como queriendo acariciar el cielo? ¿No te parece algo hermoso?
-No, nunca lo he hecho.
-Y ¿Estado arriba?
-Si, he estado arriba.
-¿Que tan arriba?
-Lo suficiente como para que la electricidad de los cables te ericé los cabellos de la nuca.
-¿Y que es lo que se ve desde ahí?
-Pues, todo, los tejados de las casas, las copas de los arboles, incluso el centro comercial que esta mas allá - y dicho esto apunte con el dedo en dirección a donde estaba el centro comercial.
-¿Y eso no te parece hermoso?
-Para nada. -Respondí no muy convencido de mi respuesta, con la esperanza en que la naturaleza de la misma me ahorraría preguntas futuras. El sol descendía velozmente y la sombra que no proporcionaba el manzano bajo el cual estabamos cambio posición y se alargo varios metros de modo que ya no caía sobre nosotros, aun así el sol descendente proporcionaba una preciosa luz dorada y sus rayos parecían acariciar la piel con su agradable calidez de modo que no seguimos la sombra y nos quedamos de bajo de la luz del sol. Las preguntas cesaron tras mi respuesta y el silencio incomodo remplazo a las preguntas incomodas.

martes, 1 de febrero de 2011

Depredadores de aves.

Ahora mismo es uno de esos momentos tan tranquilos y callados que serian terriblemente aburridos de no ser por que es también de hecho uno de esos raros momentos en los que sientes que todo encaja. No sabría explicar "Que" o "Por que" quizás fueron las 3 horas de sueño, o a lo mejor el exceso de trabajo por fin me quebró e hizo enloquecer, como sea. ¡Bienvenido sea este lugar lejos del tumulto y del ruido! Cosa tan rara de encontrar en estos dias.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...