sábado, 16 de abril de 2011

La delgada linea que separa ambas fronteras es un punto muerto que bien podría llamarse "tierra de nadie".

-Si te pido que me mates no es por el disgusto a la vida o por que me odie ni nada parecido, es sencillamente por el amor a ponerte en situaciones difíciles.
-Eres un hijo de puta ¿Sabes?
-Lo se.

viernes, 8 de abril de 2011

Los nidos de las palomas son tan precarios que incluso el viento los tira.

Atrás de mi hay un pequeño letrero de metal que se dobla con el viento y suena sorpresivamente fuerte cada que  alguna hoja impulsada por el viento se estrella contra el, podría parecer un evento difícil de ocurrir y de hecho lo es, pues en las 4 horas que llevo aquí solo ha ocurrido dos veces. Se nota que es primavera hace un clima agradable y las aves de todas parte andan buscando ramitas para construir sus nidos.

La gente de aquí tiene un ritmo raro, no me había dado cuenta hasta ahora pero en las mañanas las personas mayores vienen a este parque usando la ropa que debían de usar cuando tenían 20 años, vienen se sientan y platican con otras personas mayores seguramente recordando los tiempos en los que esas camisas eran nuevas y la ultima moda en cuanto a guayaberas se refiere.

Se respira tranquilidad y con todo mi mente esta inquieta y cosas superiores que la mente (llamemosle "ser" o "alma") están revueltas, rotas y cubiertas de hollín, de vez en cuando se revuelve por la agonía que le produce el saberse de su condición y cuando lo hace me recuerda que con todo, al igual que ayer, sigue siendo un día de mierda.

jueves, 7 de abril de 2011

Esta es la entrada 147 del blog que nadie lee... Bueno, solo Diego, y yo a veces, un saludo por cierto.

A unos metros, una niña persigue palomas quienes se dedican sencillamente a ignorarla y caminar de la forma ridícula en la que suelen caminar las palomas, de vez en cuando dan un brinco y aleteando se alejan un poco pero eso también es parte de su juego. Siempre se me ha hecho curiosa la facilidad que tienen los animales para adivinar las intenciones de las personas, aunque si pienso en la forma en lo que lo logran termino jodidamente desencantado; es decir ni siquiera para una paloma debe ser demasiado difícil discernir entre una niña con coletas y sandalias y un sujeto con bigote y una escopeta, digo, ni siquiera las palomas pueden darse el lujo de ser tan estúpidas, y ahora mientras escribo esto sonrío pensando en su subvaluada inteligencia en la que no me quedare pensando demasiado pues temo que las ratas con alas no tienen demasiadas cualidades para elogiar y ya de por si me caen mal.

Hoy no es un buen día, ayer tampoco lo fue y me asusta un poco el saber que podría convertirse en tendencia hasta quien sabe cuando.


P.D
Putas palomas.

viernes, 1 de abril de 2011

¿Sigue siendo la luz de la mañana aquello que impide que respires?

El cuerpo yace aun tibio a solo un metro de nosotros; su inmovilidad y el agujero del tamaño de un puño ubicado donde debería estar el ojo derecho no da pie a dudas. El no volverá a levantarse y el antiguo revolver .44 en su mano izquierda es completamente inofensivo ahora.

Podríamos suspirar aliviados pero no lo hacemos, podríamos huir pero la mezcla de muchas cosas nos ha engarrotado las piernas, la adrenalina, el miedo, el suspenso, la incertidumbre y el asco nos impiden el pensamiento.

El sonido de una motocicleta nos saca de nuestro trance y nos devuelve a la realidad; el conductor baja la velocidad, dirige una vista al cuerpo y luego cruza la mirada con nosotros; en su rostro la sorpresa es tan evidente como el reguero que tenemos al rededor. Pero en vez de seguir su camino como esperásemos, detiene su vehículo de dos ruedas, desciende y se acerca a nosotros con paso lento pero decidido. En nuestras manos aun tenemos la beretta y nuestro dedo aun en el gatillo listo para presionarlo de nuevo de ser necesario y no lo hemos olvidado, pero estando como estamos parece imposible que nuestro brazo pudiese moverse a la posición correcta para tal acción, y mas aun, que nuestro cerebro pudiese dar la orden a nuestro dedo de moverse.

Sumidos en tal confusión apenas sentimos el golpe en la nuca que nos arroja al suelo, estamos rodeados por el mismo tipo de gente al que pertenece el sujeto con el nuevo agujero en el ojo y ni siquiera nos habíamos dado cuenta, ¡oh bueno! ¿Que se le va a hacer?.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...