viernes, 8 de abril de 2011

Los nidos de las palomas son tan precarios que incluso el viento los tira.

Atrás de mi hay un pequeño letrero de metal que se dobla con el viento y suena sorpresivamente fuerte cada que  alguna hoja impulsada por el viento se estrella contra el, podría parecer un evento difícil de ocurrir y de hecho lo es, pues en las 4 horas que llevo aquí solo ha ocurrido dos veces. Se nota que es primavera hace un clima agradable y las aves de todas parte andan buscando ramitas para construir sus nidos.

La gente de aquí tiene un ritmo raro, no me había dado cuenta hasta ahora pero en las mañanas las personas mayores vienen a este parque usando la ropa que debían de usar cuando tenían 20 años, vienen se sientan y platican con otras personas mayores seguramente recordando los tiempos en los que esas camisas eran nuevas y la ultima moda en cuanto a guayaberas se refiere.

Se respira tranquilidad y con todo mi mente esta inquieta y cosas superiores que la mente (llamemosle "ser" o "alma") están revueltas, rotas y cubiertas de hollín, de vez en cuando se revuelve por la agonía que le produce el saberse de su condición y cuando lo hace me recuerda que con todo, al igual que ayer, sigue siendo un día de mierda.

2 comentarios:

Diyiez dijo...

De que hablas? Yo no leo esto!

Eniweiss Nebermaind dijo...

Leer por ti mismo y escucharlo mientras tu mono siames mascota lo lee en voz alta para ti es lo mismo... de alguna forma.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...