lunes, 17 de octubre de 2011

Las sabanas blancas encaran a la oscuridad.

Una de esas mañanas donde te levantas demasiado tarde de la cama y sales corriendo mal afeitado, con lagañas en los ojos y el aroma de la cena de ayer en putrefacción en la boca.

El reloj despertador suena a las 5:30am pero tu llevas despierto desde hace 40 minutos e incapaz de conciliar el sueño por lo que, cuando el despertador empieza a emitir el monótono sonido que conoces tan bien de cada mañana tu mano lo apaga antes de que lance el tercer pitido. Te sientas en la cama y decides que empezar todos los dias siendo extirpado del sueño por un pitido monótono es una manera de mierda de comenzar las mañanas.

Vas contra reloj pero sencillamente te importa un carajo y tus movimientos son los de alguien que se sabe con todo el tiempo del mundo, no es la aceptación de la idea de que en efecto tienes "todo el tiempo del mundo" si no mas bien la total falta de motivación. Nunca habías sido tan consciente de ti mismo, sientes como el universo te ignora, oyes al mundo avanzar sin ti, así de insignificante te sientes, por lo que, echas una ultima y rápida ojeada al reloj, te levantas saltando te vistes lo mas rápido que puedes y sales corriendo mal afeitado y aun con las lagañas en los ojos a cambiar eso.

Actuar a tu favor es tu mejor forma de mandar todo a la mierda.

sábado, 15 de octubre de 2011

Suena como todos los demas.

Aparentemente ayer mientras dormía asalte una florería. Me desperté por eso de las 3:00pm, mi cama cubierta de flores y monedas de diez y cinco pesos, en el suelo de mi habitación había un arma que nunca antes había visto y unos cuantos billetes de doscientos pesos.

No es la primera vez que me pasa algo así, hacia tan solo unos 4 meses que había entrado por la fuerza a una papelería y me había despertado rodeado de cartulinas y lapices, de esa ocasión igual que en esta no tengo ningún recuerdo de lo sucedido, así que no puedo mas que asumir que cometo estos actos en un estado de sonambulismo.
Como sea, el arma en el suelo me alarmo como lo haría con cualquier persona normal, me agache a tomarla pero cuando mis dedos la rozaron no me atreví a agarrarla, por estúpido que suene en ese momento tuve la sensacion de que al tomarla todo se volveria inmediatamente real y el tener esa "certeza" me aterró, por lo que opte por dejarla donde estaba. Sacudí el cubrecama para tirar las flores y las monedas al suelo y me dirigí a la cocina por un vaso con agua, sobre el fregadero encontré la identificación de un tal Victor Müll nacido el 19 de febrero de 1977, la típica identificación personal con la típica fotografía donde pareciera estar prohibido el sonreír, en ese momento me prometí que cuando sacara mi identificación sonreiría de la forma mas estúpida que pudiera. Me tome el agua y fui a lavarme la cara, en el baño me encontré a Victor Múll, con su uniforme de la florería "Müller" degollado y colgado de las tobillos sobre la bañera.
Me lave la cara y fui por la pala para enterrarlo junto a la dueña de la papelería de hace 4 meses.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...