domingo, 29 de julio de 2012

Mis titulos siempre apestan de todos modos.

Ahora que en mi estomago hay una combinación extraña de alcohol y empanadas de huitlacoche me alegro de estar vivo y de poder tener noches así.

jueves, 26 de julio de 2012

prefacio.

Una figura anonima sentada junto a la ventana, sus dos ojos portan extrañamente orgullosos unas vistosas ojeras como si fueran medallas al merito sobre el pecho, esta somnoliento y le cuesta el quedarse despierto, lleva la cabeza apoyada al cristal de la ventana del tercer piso y tiene puesto por uniforme una bata blanca, un pantalón caqui y unos zapatos negros algo desgastados y que tienen pinta de no haber sido limpiados en meses. De pronto, una luz venida de muy lejos es captada por sus pupilas, por lo que, alza la cabeza y mira por la ventana a algún punto en el cielo, sus ojos se abren y por un momento pareciera que sus dos globos oculares intentan salirse de sus cuencas y salir corriendo, su facciones faciales son deformadas por el horror que le produce ver el origen de esa luz y su mano derecha se contorsiona como buscando algo a lo que sujetarse y en el proceso tira al suelo la taza de café que tenia sobre su escritorio esparciendo su contenido sobre la alfombra.

La cámara enfoca su rostro aun horrorizado desde fuera de la ventana, en el reflejo del cristal se puede ver el reflejo del cielo azul y algunas nubes muy blancas. Poco a poco la cámara se aleja yendo hacia el punto en el cielo al que el sujeto de las ojeras miraba sin dejar de enfocarle hasta que este se convierte un diminuto punto irreconocible, llega un punto en que la cámara solo capta el blanco de las gigantescas nubes a las que entra y poco después la cámara sale de órbita y se pierde la señal.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...