miércoles, 29 de diciembre de 2010

"Desgarrando el cerebro de la vaca."

Por primera vez en el año, comienzo a amarte, diciembre.

Hay decisiones fáciles que traen consigo consecuencias difíciles y hay también por el contrario decisiones difíciles que traen consecuencias fáciles.

Hermosos, hermosos errores, el día en que deje de cometerlos decidiré que la vida ya no es interesante y brincare de un edificio o ingeriré una caja de sedantes o me pegare un tiro en las sienes, o quizás sencillamente no haga nada y continué con una vida sin emoción, como sea, son cosas de las que no debo preocuparme pues estoy tan consciente como encantado con mi imperfección y mi inigualable capacidad para complicar las cosas sencillas.

¡Pero no puedo amar las cosas sencillas! Lo sencillo me aburre con facilidad, pero empiezo a odiar mi aparente adicción a darle demasiadas vueltas a las cosas hasta encontrar un punto de fractura donde pueda aferrar mis deseos. ¿He de buscar puntos medios? ¿Un gris en un mundo hasta ahora de blancos y negros? Estoy tan mal acostumbrado a ello que temo el no poder reconocerlo.

Me gustaría decir que me siento como una persona nueva, que mi vida continua por fin. Pero ni he cambiado lo suficiente ni mi vida se detuvo en ningún punto, la única diferencia es que ahora me es mas fácil reconocer mi error y el vivir sin sentirme derrotado por ello, quizás aprendí algo importante y profundo que aun no logro comprender (aunque ciertamente no me siento como alguien que haya recibido el conocimiento de una verdad universal)ni lo se ni me importa, por que por primera vez en no se ya cuanto tiempo me siento libre de mi mismo. Y esa es una sensación genial.

No he ganado ni perdido nada pero tampoco ha sido un empate, entonces ¿Que fue? No lo se, y sinceramente no me interesa.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Three hundred Flowers

Cada que volteo hacia acá obtengo una mezcla curiosa de sentimientos pues me parece curioso el tipo de lugar en que se ha convertido este sitio.

Si hago memoria di luz a este blog por que necesitaba con urgencia un lugar donde vaciar el balde que recoge lo que gotea de mi cabeza, entonces no es de extrañar que todo esto se haya convertido en una especie de caverna, y en una caverna en la que me sentía muy cómodo ademas. Mi "Diario personal publico".

A decir verdad aun me siento bastante a gusto con esa idea, pero la caverna que construí ya no me acoge mas, sino al contrario me oprime y asfixia. Alguna vez dije que solo podía escribir medianamente decente cuando me sentía como mierda y eso ya no es verdad hoy en día, me gustaría compartir mi alegría, sorpresa y expectativas pero ha llegado un punto en el que siento que esas emociones no tienen cabida aquí, lo cual me parece algo bastante gracioso por que a fin de cuentas ES MI BLOG y debería poder sentirme cómodo con lo que sea que decida escribir o subir.

No creo que mucha gente entre aquí de todos modos, creo que a lo mucho tendré 2 o 3 lectores regulares, y probablemente se pregunten ahora mismo. "Hey, ¿Y a que viene todo esto?" Y la respuesta es sumamente sencilla: Son casi la 1AM del 26 de diciembre del 2010 y no tengo absolutamente nada mejor que hacer que escribir cosas que difícilmente le importaran a alguien pero ¡Hey! Es mi blog al fin y al cabo ¿No?

P.D si alguien lee esto y quiere hacerme saber que existe y que no estoy loco en los comentarios, bueno, eso seria genial.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Es invierno en este lado del mundo.

Y entonces me di cuenta. Acostado sobre la espalda bajo el cielo estrellado de mediados de diciembre, quizás fue el frío que entumía mis extremidades o la sensación de ser verdaderamente insignicante, sea cual haya sido la causa, mis procesos cognitivos se vieron estimulados de tal forma que en un instante, todo tuvo un orden y un sentido y se me revelo como una gran verdad universal aunque mi mente aturdida e inmadura se vio incapaz de comprenderla del todo en el instante, y cuando por fin lo hice me di cuenta de lo idiota que había sido.

Sonreí a las estrella de mediados de diciembre que había sobre mi cabeza y ellas me devolvieron la sonrisa. Pero no era una sonrisa alegre y cordial, sino mas bien la que le dedica un lobo hambriento a su presa, se me hizo aterrador, millones de puntos luminosos en el cielo observándome a la vez sin buenas intenciones visible. Entonces decidí que era hora de bajar de la azotea.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Vete a la mierda.

Tengo los ojos inyectados de sangre a consecuencia del cansancio y mi renuencia a dormirme, últimamente quizás por el desgaste que provoca la universidad o quizás por la pobre alimentación me siento exhausto casi todo el tiempo. Si antes me era imposible dormir la siesta ahora me es muy difícil no hacerlo y no son ciclos de sueño cortos como supuestamente la siesta ha de ser sino periodos que se prolongan hasta que ya es hora de dormir de nuevo, cosa que consigo sin mucha dificultad.

Ultimamente el escribir en el cuaderno que funge como diario también se ha vuelto un acto compulsivo.

Hoy no paso nada extraordinariamente extraordinario pero fue un día digno de recordarse.

No recuerdo como iba la canción con la que soñé ni las facciones de la chica que la interpretaba con su violín.

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Y ahora que es lo que pasa?

Joven, apuesto, inteligente, culto, cortes y educado; el perfil de un asesino en serie.

Es hora de desayunar pero estoy enclaustrado en un salón, afuera hace un frío inusual para la región, el tipo de frío que te permite ver tu propio aliento, reconforta bajo las sabanas tibias y obliga a usar abrigos que en cualquier otra circunstancia seria imposible usar. No me quejo, me gusta el frío, me gustaría vivir en alguna región noruega donde nevase todo el año para luego arrepentirme y añorar las cálidas brisas y la sensación del sol sobre la piel a la que estoy tan acostumbrado y hastiado.

Me gusta pensar que he madurado lo suficiente como para que no me duela el tomar decisiones y el poder vivir con las ramificaciones de estas.
Con el crecimiento vienen los respectivos cambios y con ellos la coraza empieza a quedarme pequeña, es hora de que me mude a una mas grande cual cangrejo ermitaño pues el no hacerlo seria doloroso y dificultaría hacerlo después, así que es ahora o nunca.

Un poema quizás no muy bueno pero si sincero diariamente.

Florecillas azules.

Aquel verano lo pasamos conduciendo en su coche oyendo discos de Misfits. En aquel entonces yo no sabia quien era Glenn Danzig ni me importa...