domingo, 26 de abril de 2020

Rav - YOU FUCKERS WERE ASKING FOR THIS ONE (prod. Ljones)


Rav - You fuckers were asking for this one
Lyrics



Call you on the phone, I hate to leave you on your own (4x)
Tender soul splintered Folded in the inner 
Another lonely night: veggie dinners for beginners 
Forcing my own chin up 'fore I give up 
The summer's coming back, but it feels more like it's winter 
The line between my heart and my mind is growing thinner I felt a similar way before, this I remember Kinder egg center post-issues at the factory 
My marbles scatter far, then rarely ever come back to me 
Fast asleep with both eyes open 
See, my description is known psychosis 
Flow like an ocean, sink like a hammer 
Troubled so I smoke and I drink not to panic 
Restless mind not restricted by planets 
Same old shell, different thinking mechanics 
When life gives me lemons, I stick em' on a canvas 
An interesting practice that'll rid me of madness Uh, yeah 

And I know that we could be together But not now, no, not at all Nah-nah-nah-nah-naaah (x2) 

People that I know in the apartments down below Busy with their starring roles in their own tragedies (4x) Call you on the phone, I hate to leave you on your own (4x)

lunes, 20 de abril de 2020

Cronica Covid-19 [Dia 30]

Llevo varios días durmiendo mal.
Por el día agoto mi cuerpo e intento cansar mi mente pero cuando llega la noche pareciera que el hecho de acostarme en mi cama tuviera el efecto de deshacer la somnolencia.
Paso las noches viendo Netflix, dando vueltas en la cama, leyendo, y en general sin sentir el mínimo atisbo de sueño; así pasan las horas nocturnas hasta que los pájaros empiezan a cantar por eso de las cinco de la mañana entonces, dejo lo que estoy haciendo y hago el esfuerzo consciente por dormirme, cosa que siempre he creído que es contraproducente y me hacen pensar en la naturaleza misma del sueño.

Quizá sea solo yo pero conforme pasan los días el aire se siente mas y mas tenso. Al día esta prohibido entrar a supermercados sin cubrebocas y el salir a la calle sin uno es motivo de multas.
Es curioso como algo de este tipo puede cambiar de golpe las normas sociales, hace 2 meses si vieras a alguien cubriéndose el rostro supondrías que tiene en manos malas intenciones, hoy en día es la norma.
Pero a pesar de esa tensión los días siguen apacibles a pesar de la certeza de que las cosas que van mal ahora mismo no se limitan solamente a un virus de fácil transmisión que puede resultar mortal y va a acabar colapsando los hospitales y economías del mundo.

Hoy el petroleo se fue a pique, el peor precio por barril registrado en la historia, aun falta ver como nos afectara eso directamente pero día a día va quedando mas claro el que no volveremos a la normalidad aunque levanten la contingencia mañana mismo.

Por la noche me acuesto y doy vueltas en la cama aburrido y con dolor de cabeza, pendiente de cualquier cambio, una parte de mi convencida de que en cualquier momento empezare a toser o a manifestar las fiebres señal de la enfermedad. A veces asomo la cabeza por la ventana intentado vagamente el contemplar la luna aun a sabiendas de que desde mi ventana no es visible.
 A veces al hacerlo veo hacia los patios de mis vecinos, cada tanto los encuentro de pie en sus jardines viendo hacia la luna que para mi es invisible, solamente ahí de pie y sin moverse, por el angulo pareciera que miran hacia mi pero con las luces de la alcoba apagadas estoy seguro de que es imposible que vean mi cabeza asomada mirándoles. tres o cuatro jardines en fila de los seis que tengo visibles ocupados por sombras con forma humana en la oscuridad de la noche, viendo hacia la luna por eso de las 2 o 3 de la mañana.
A veces afino la oreja intentando escuchar algo, lo que sea, cualquier cosa que ayude a dotar de sentido esa actividad nocturna particular; música, risas, alguna conversación o algo pero a esas horas lo único que rompe el silencio es el ladrido regular de los perros, unos ladran casi al azar y otros les responden. Ladridos de perros pequeños, grandes y medianos, agudos y graves.
Al igual que las siluetas de los vecinos en sus patios, seguramente a esa hora no soy mas que una sombra mas, con vaga forma humana.

lunes, 13 de abril de 2020

Cronica Covid-19 [Dia 25]

A pesar de que ahora todos los días se llaman "Domingo" algunos pasan de prisa y otros pasan con tanta calma y lentitud que si no fuera por el movimiento del sol en el cielo y la eventual caída de la noche podrías jurar que todo esto se trata de un solo inexplicablemente largo día.

Hace días empece un huerto en una porción del jardín que puedo ver desde la ventana de mi alcoba en el segundo piso pero de momento nada ha crecido en el, así que por ahora es solo un cuadrado de tierra esperando por algo.

Estos días como de esperarse el numero de casos reportados ha incrementado exponencialmente, a nadie sorprende y el reporte de nuevos casos y muertes causadas por el virus se ha convertido en parte del ruido de fondo de la rutina, algo que se comentaba con angustia y producía cierto tipo de ansiedad ahora es solamente un tema mas del que se habla como se conversaría del clima.

Viendo las redes sociales, exploro un poco sobre como mi circulo cercano lleva la cuarentena. Algunos han aprovechado para pintarse el pelo de colores que en condiciones normales no podrían usar por el trabajo o la escuela o se lo han rapado del todo. En este sentido yo he optado por permitir que mi cabello chino crezca a sus anchas sin darle forma alguna y dejarme la barba y el bigote que si soy honesto me crecen de forma desigual y fea, pero eso ahora mismo no importa, estos días el cabello y el vello facial pueden hacer lo que les de la gana, el afeitarse esta muy abajo en la lista de prioridades.
Mucha gente ha optado por la actividad física y comparten sus rutinas en casa, otros exploran intereses como cocinar o hacer malabares, en general, el sentimiento es que la gente que se lo puede permitir esta usando este súbito y excesivo tiempo libre para desarrollar intereses que ya tenían, pero no habían podido por las cadenas de la rutina. A mi me sirve como recordatorio que el ser humano no es una criatura de naturaleza sedentaria ni física ni mentalmente, el ser humano esta ansioso de moverse y expresarse física e intelectualmente a través de varios medios, la rutina premia la practicidad y eficacia y estas expresiones quedan relegadas a ultimo plano, pero ahora, es como el cabello y el vello facial; simplemente pueden crecer a sus anchas.

Estos días he notado que las horas que duermo son bastante irregulares sin motivo aparente. De pronto me sorprendo despierto pasadas las seis de la mañana sin el mínimo ápice de sueño, otros al despertarme y ver la hora me doy cuenta de que solo dormí 2 o 3 horas pero no me siento en lo absoluto cansado y soy capaz de llevar mis actividades sin ningún tipo de pesar. A veces de madrugada escucho a los perros del vecindario ladrar. Explorando las redes sociales hay grupos de gente reportando lo mismo que yo, el insomnio, las horas irregulares de sueño y el ladrar de los perros.
Lo de los caninos no me parece extraño en lo absoluto, en lo que a mi respecta los perros han ladrado toda la vida, quizá siempre a la misma hora pero es la primera vez que hay tantas personas despiertas para darse cuenta.
Estos días de horas irregulares e insomnio coincidió con la luna rosa.
Por un par de noches fue visible una luna perfectamente redonda que por causas meteorológicas que no logro entender del todo aunque me lo expliquen se vio mas grande de lo normal y de un color rojizo.
La primera noche que fue visible me lo perdí del todo y solamente me entere del suceso porque al día siguiente mis redes sociales estaban llenas de fotografías de la luna tomadas con celulares y vídeos en baja resolución. La segunda noche una amiga que ahora vive a 2200 kilómetros de distancia me llamo al teléfono celular para pedirme que saliera y sacara fotos de la luna con mi cámara profesional. Cosa que opté por no hacer.
Desde la ventana de mi alcoba no veo directamente la luna pero puedo ver hacia los jardines de los vecinos en hilera. Desde aquí puedo ver unos 6 jardines traseros y la misma cantidad de jardines delanteros. La segunda noche, tan pronto terminé la llamada con mi amiga asomé la cabeza por la ventana y en la oscuridad de la noche vi a mis vecinos de pie sobre sus jardines mirando fijamente hacia la luna rojiza que desde mi ventana simplemente no alcanzo a ver, esa visión me hizo pensar que me estaba perdiendo de algo espectacular pero, por mera pereza simplemente regrese a la cama, me enrede entre las sabanas e intente dormir a pesar de que sabia que no lo conseguiría fácilmente. Los perros de los vecinos aullaban entre si con particular insistencia, como si ellos también estuvieran fascinados con aquel satélite natural de nuestro planeta.
Eventualmente logre quedarme dormido cuando empezaba a amanecer y los pájaros empezaban a cantar.

Cuando me desperté mire el reloj e hice cuentas; había dormido poco mas de seis horas, tiempo muy por encima del promedio.
Miré el teléfono y tenia cinco mensajes, el primero era mi amiga con la que había hablado la noche anterior preguntándome sobre las fotos que me había pedido tomar. No le respondí.
Del resto, dos eran de amigos del trabajo, uno de un amigo de infancia y otro de un familiar, los cuatro mensajes tenían mas o menos el mismo contenido; me preguntaban si había visto la luna o me incitaban a verla. Tampoco respondí a ninguno de esos mensajes.

miércoles, 8 de abril de 2020

Crónica COVID-19

Para los que vivimos en la zona donde vivo, y nos dedicamos a lo que me dedico era ya un hecho innegable que nos iba a afectar, no sabíamos exactamente cuando ni con que tanta intensidad, pero nuestra industria es delicada en exceso y resiente en seguida cualquier problema nuevo. Un hecho o crisis del otro lado del mundo forma olas que invariablemente nos llegan tarde o temprano y modifican de una u otra forma el panorama.
Vimos todo el asunto llegar poco a poco, las noticias llegaban de todo el mundo reportando un numero creciente de casos, muertes todos los días, en estos días se reportaba que Italia no se daba abasto en morgues y crematorios, que el sistema de salud de España se hallaba al borde del colapso, que los gobiernos de varios países declaraban toque de queda en algunos y cierre de las fronteras para otros, compras de pánico en prácticamente todos los países, pero aquí aun no se sentía eso, la llegada del virus era una certeza y solo una cuestión de ¿Cuando? pero fue lo suficientemente amable para darnos el tiempo suficiente para prepararnos; para cuando la dirección, siguiendo las recomendaciones gubernamentales anunció el cese indefinido de actividades, fue algo que difícilmente nos tomó por sorpresa.
En un panorama donde miles de personas perdieron su empleo de un día a otro yo y la mayoría de mis compañeros fuimos afortunados al extremo pues seguiríamos en plantilla y recibiendo un pago vía nomina regular que aunque reducido al extremo basta para tener cierta certeza económica.

Al día de hoy la presencia del virus es una realidad como lo es en el resto del mundo, 186 países reportan casos confirmados, en el mio mas de 3000 que según el titular de la subsecretaria de prevención y promoción de la salud Hugo Lopez-Gatell es un numero que deberíamos multiplicar por 8 para tener una cifra mas acorde a la realidad del numero de casos en el país.
Todas las noticias son alarmistas ahora mismo y todas las discusiones son gente lanzando su opinión sobre temas que no conocen ni entienden. Hoy por mero ocio me leí una columna que explicaba como el virus no era tal, sino resultado de las ondas electromagnéticas contaminantes de la tecnología 5G; en algunas regiones de Reino Unido están tirando y quemando antenas 5G para evitar que propaguen el virus, o al menos eso reportan.

Si paras los oídos hay tanto ruido y ansiedad afuera que da la impresión que el mundo se esta terminando.
Pero yo honestamente no la estoy pasando mal.
Se que no son vacaciones y no me lo estoy tomando a la ligera pero, ¿Honestamente? Parecen vacaciones.
Se que hablo desde una posición privilegiada y mi crónica no es ni de lejos un reflejo absoluto de la realidad general.
Pero ahora mismo, mis días transcurren tranquilos y lentos, sin prisas ni mayores aspiraciones que pasar el día sin contratiempos.
Cocino, lavo los trastes, hago ejercicio, leo, escribo, tomo fotografías, hago la limpieza del hogar, y trabajo en el jardín sin ningún orden en particular no solamente como meros intentos por mantenerme ocupado sino como actividades que disfruto y ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer a consciencia.

No se ve un fin a mediano plazo, antier recibimos correo del trabajo para decirnos que se pospone hasta el primero de mayo, fecha que nadie cree posible y que lo mas seguro es que sigan posponiendo.

Al día de hoy hay que mantener las superficies limpias y desinfectadas, salir lo mas mínimo solamente para lo vital, mantener distancia con todas las personas y lavarse las manos constantemente para disminuir el riesgo de contagio. De contraer la enfermedad se reporta que un porcentaje de la población solo tendrá síntomas leves, un promedio mas pequeño síntomas moderados que requerirán valoración, otro porcentaje aun mas pequeño síntomas graves que requerirán hospitalización, y nos advierten que cierto porcentaje dentro del grupos de riesgo como son personas mayores, niños y personas con condiciones crónicas como diabetes posiblemente mueran de presentar los síntomas graves.
Por ello nos cuidamos todos, para no colapsar los sistemas de salud y ese grupo tenga acceso a los hospitales y tratamientos con los que contamos para aumentar sus expectativas.

Llevamos ya mas de 15 días encerrados. En las predicciones mas positivas dicen que nos queda poco menos de un mes mas, en las predicciones oficiales se advierte que mayo va a ser el mes donde mas casos reportadas habrá, y nos invitan a seguir las indicaciones.
El tiempo pasa lento pero pasa, un día a la vez, uno por uno. Ya no tiene caso pensar en el, los días de la semana ahora todos se llaman igual y transcurren sin novedad.
Algún día todo esto habrá pasado y sera tiempo de trabajar para reconstruir la estabilidad que teníamos, pero hasta entonces.

lunes, 6 de abril de 2020

El búho azul IV

Como imaginaba la búsqueda a pie del lugar de la foto había sido del todo infructuosa pero de regreso a mi hogar pasé por el supermercado por lo que regrese cargado de bolsas de plástico con comida para toda la semana.
El reloj marcaba pocos minutos antes de las nueve de la noche. Había estado fuera poco mas de 3 horas y ahora el departamento estaba carente de toda luz natural por lo que encendí las luces y me metí a la cocina para acomodar las cosas dentro del refrigerador.

Estaba metiendo las verduras en el cajón que les corresponde cuando escuché cuatro fuertes golpes provenientes del congelador.
<Toc, toc, toc, toc>
Cerré el cajón y abrí la puerta del congelador, dentro estaba, con el cuerpo doblado como un contorsionista el sujeto de la caja, la manera en que su cuerpo rellenaba el pequeño espacio del congelador me recordó a la forma en la que el cuerpo de los caracoles llenan sus conchas en espiral.
El sujeto de la caja debía medir poco mas de un metro y setenta y cinco centímetros, no era especialmente alto pero era delgado en extremo lo que le brindaba el aspecto de un espantapájaros, sobre su cabeza una caja de cartón común y corriente con el logotipo de una empacadora de manzanas rojas le cubría completamente el rostro por lo que salvo unos cabellos negros y largos que sobresalían de esta era imposible discernir sus facciones.
-¿Puedo entrar? - Me preguntó de inmediato.
Lo observe un par de segundos mas antes de asentir con la cabeza e invitarlo a pasar con un gesto de la mano, había guardado un par de filetes en el congelador y me preguntaba si seguirían ahí.
El sujeto de la caja dejó caer su cuerpo al suelo lanzándose hacia delante y se levantó como lo haría una serpiente. Al moverse de esa forma daba la impresión de ser mucho mas alto de lo que realmente era.
-¿Me traes las pastillas?
El sujeto de la caja asintió, extrajo de su bolsillo derecho un puñado de pastillas de varios colores y las depositó sobre la barra de la cocina, las separó por color e hizo lo mismo con las pastillas del bolsillo izquierdo.
-Recuerdame de cuales querías por favor. - La voz del sujeto de la caja tenia algo que me hacia odiarla, no era una voz desagradable de ninguna manera, simplemente había algo en su forma de pronunciar, algo en su tono que me hacia odiarla. Un odio que acababa dirigiendo hacia su dueño y me hacia perder la compostura.
-Verdes. -dije seco.
-Verdes - Repitió el sujeto de la caja. - Tengo 6 verdes ahora mismo.
-Había pedido por lo menos 10.
-Ya - Aquello significaba que no iba a conseguir mas de el.
Tomé las pastillas y las puse en mi frasco después de quitarles las pelusas del bolsillo del sujeto de la caja.
Cuando me di la vuelta para encararlo de nuevo este ya se estaba metiendo de vuelta al congelador y cerraba la puerta tras de si.
Esperé unos segundos y abrí el congelador. Estaba vació, ni siquiera estaban mis filetes.

Tomar alguna de la pastillas verdes a esta altura resultaría un desperdicio y no me apetecía hablar con el suplente del santo patrón de la causas perdidas, así que guarde el frasco, me di un baño a consciencia y me metí a la cama, en la mesita de noche estaban las únicas pistas que poseía de momento y ninguna me decía demasiado en realidad, una pluma azul corta como de dos pulgadas de largo color azul brillante, tan brillante que los finos pelos que le componían parecían hechos de luz. Junto a la pluma la corcholata  oxidada de un refresco de guayaba y por supuesto, la fotografía.
Ninguna de esas cosas tenia sentido por si misma y aun así todas apuntaban a un solo sujeto: El búho azul.
Si lograba atraparlo el pato gris seguiría poco después, podría salir de deudas y retirarme si me daba la gana.
Di media vuelta sobre la cama, me cubrí hasta la cabeza con el cobertor, y eventualmente empece a quedarme dormido.

Cuando me desperté al día siguiente lo primero que hice fue fijarme de nuevo en el congelador con la esperanza de que mis filetes hubieran reaparecido pero no fue el caso.

 Puma Blue suena tan fuerte como el momento lo permite, no se como se miden los decibelios, no se muchas cosas, e incluso las cosas que se n...