viernes, 22 de octubre de 2021

Cassandra y Apolo

 Cuando recuperé mi corazón pensé "¡Que cosa tan pequeña y frágil!"

Me asombró verdaderamente su tamaño y por sobre todo su forma, supongo que lo recordaba diferente. 

No. 

Más bien, aunque intente meterlo en el agujero que había dejado después de perderse me doy cuenta ahora que simplemente no ebona, el corazón que regresó y el que extravie hace años son indudablemente el mismo y el mío, el tacto e incluso el aroma son exactamente iguales, huelen a mi, pero son lo suficientemente diferentes como para diferenciarse uno del otro y dejar en claro que son dos objetos ajenos uno del otro.


domingo, 17 de octubre de 2021

Los ojos, las noches.

 Su voz resuena como estática directamente en el centro de mi cerebro, como masticar bolas de papel aluminio, como si de pronto te brotaran agujas de los glóbulos oculares y tuvieras que aguantarte un estornudo.

Ese ruido, ese indescriptible ruido es interpretado por mi encéfalo como una voz indescifrable, se que la fuente de la voz está cerca apenas fuera de mí campo de visión y hacia mi derecha, con todo, el aire alrededor no vibra, solamente hay el ruido de insectos diurnos y ramas quebrandose bajo el peso de algún animal invisible.

Todo mi instinto, experiencia y sentido común convergen en la misma idea: "No mires, hagas lo que hagas no mires". Mi cuello se vuelve de yeso y siento que incluso si pusiera toda mi fuerza de voluntad en ello nunca más podré moverlo, mucho menos girarlo, el resto de mi cuerpo tiembla pero no se mueve, mi punto de visión está fijo permanentemente en solo lo que tengo delante y me siento agradecido por ello pues de no ser podría voltear aún por accidente o curiosidad y exponerme al horror más absoluto que no puede ser más que la fuente de aquellas visiones y voz.

Siento los dientes como si los tuviera negros y podridos, suaves y perforados por agujas hipodermicas. Siento las extremidades frías y lejanas como si se congelaran y pudieran fragmentarse y romperse. 

 "¡No mires!"

Algo se asoma en mi campo de visión, primero parece un tentáculo, luego una mano con muchísimos dedos, alas. Mis ojos ya no me pertenecen. Mi garganta se siente como si intentará tragar cristales, en mi estómago hay un panal de abejas vivas clavando sus aguijones, mis venas están llenas de ácido de baterías usadas, mis párpados están abiertos y fijados hacia arriba por ganchos para pesca y siento destruirse el espacio entre mis ojos y el cerebro. A mi vista veo un montón de estática sin forma, un espacio vacío donde indudablemente hay algo, una silueta que se traga todas las formas y emite todos los colores a la vez que no emite ninguno, verlo me duele. Siento la necesidad de gritar hasta desgarrarme las cuerdas vocales y ahogarme en mi propia sangre, de llevarme las manos a la cara y arrancarme la piel con las uñas pero mi cuerpo permanece petrificado e inmóvil, inmóvil mientras ello habla con esa voz inentedible directamente al centro de mi cerebro y repta lentamente hacia mí campo de visión. 

Mi corazón late con la intención de salirseme por la boca. Ante mi, la silueta indiscernible de algo que existe pero no debería existir se retuerce de manera grotesca y profana. Siento el líquido de mis ojos convertirse en petróleo, siento la voz haciendo arañazos a los surcos de mi cerebro, siento la voz revolviendo los contenidos de mi cráneo, siento en mi mente surgir conocimientos nuevos, mi cabeza llenándose de información indescriptible en un idioma que es del todo ajeno a lo que es humano, siento el cerebro inflandoseme como un globo más allá de los límites de mi propio cráneo, y todo por la acción de percibirlo. El aire a mi alrededor se ha vuelto áspero al tacto y me doy cuenta que no estoy respirando.

 "¡No mires!" Pero no puedo no mirar, incluso si tuviera el control de mis párpados no podría cerrarlos, incluso de hacerlo podría percibir su presencia, como ahogarse en un estanque, el cerrar los ojos no hace que desaparezca la presencia fría del agua.

"No temas" entiendo por fin a la voz. Pero temo. 

miércoles, 13 de octubre de 2021

Hawaiian tropic

 Los cuernos de mi frente de esta mañana asemejan dos picos de roca negra, son ligeros, incluso cómodos pero dan la impresión de ser punzantes como agujas.

Hoy la negrura de mi pecho se extiende hacia afuera en un radio de aproximadamente metro y medio alrededor de mi y por ello; en la calle, en el autobus camino a casa y en los pasillos, nadie se acerca. La negrura se traga la luz con la fuerza de un agujero negro, dentro de ella mi silueta excepto por los cuernos sobre mi frente es prácticamente invisible.


miércoles, 6 de octubre de 2021

Sobre mi relación con tu mirada.

 Tus ojos me golpean con la violencia digna de tus ojos, tus pestañas acentuadas y curvadas enredan mi mirada casi noqueada y la atrapan, 

Mirada magnética de mis ojos hacia los tuyos, ojos de cálido sol, ojos de café con licor para mantenerse despierto y verlos y dormirse y soñarlos y bajar con ellos un poquito, hacia donde nacen tus miradas, raíz y fuente de tu feminidad tan tuya, tan coronada como está por tu melena de cabellos ondulados.

Mirada de lámpara y mi pecho tan polilla, tan elocuentes tus ojos sin que rompan el silencio sagrado digno de tu mirada,
ojos abiertos como girasoles,
hacia la vida,
hacia todo.

Acento y puntuación de las oraciones que son tus sonrisas, tan brillantes son tus ojos, tan tuyos pues no puede ser de otra forma y yo
 tan afortunado de poder verlos. 

martes, 5 de octubre de 2021

Café de chanchamayo

A veces se siente como haber dado un gran paso, a veces como que me quedé en el mismo lugar.
El tiempo dirá pero el tiempo no tiene ninguna prisa. 

 Puma Blue suena tan fuerte como el momento lo permite, no se como se miden los decibelios, no se muchas cosas, e incluso las cosas que se n...