domingo, 13 de marzo de 2011

Sirenas de sal.

Nadar únicamente cerca de lo orilla es aburrido, el agua apenas cubre las rodillas y el oleaje es suave y relajante, no hay peligro en ello. Así que poco a poco estiramos lo brazos hacia adelante y nos adentramos a aguas mas profundas.

Son mas frías, oscuras y peligrosas, los pies no tocan el fondo y hay que luchar para sacar la cabeza del liquido y tomar aire, de lo contrario nos hundimos y desaparecemos

1 comentario:

Diyiez dijo...

Pero son esas aguas las que en verdad vale la pena nadar.

 Vamos a caminar juntos y cuando nuestros caminos se separen si tratas de empujarme resentiré ese atentado contra mi libertad y mi voluntad,...