lunes, 13 de abril de 2020

Cronica Covid-19 [Dia 25]

A pesar de que ahora todos los días se llaman "Domingo" algunos pasan de prisa y otros pasan con tanta calma y lentitud que si no fuera por el movimiento del sol en el cielo y la eventual caída de la noche podrías jurar que todo esto se trata de un solo inexplicablemente largo día.

Hace días empece un huerto en una porción del jardín que puedo ver desde la ventana de mi alcoba en el segundo piso pero de momento nada ha crecido en el, así que por ahora es solo un cuadrado de tierra esperando por algo.

Estos días como de esperarse el numero de casos reportados ha incrementado exponencialmente, a nadie sorprende y el reporte de nuevos casos y muertes causadas por el virus se ha convertido en parte del ruido de fondo de la rutina, algo que se comentaba con angustia y producía cierto tipo de ansiedad ahora es solamente un tema mas del que se habla como se conversaría del clima.

Viendo las redes sociales, exploro un poco sobre como mi circulo cercano lleva la cuarentena. Algunos han aprovechado para pintarse el pelo de colores que en condiciones normales no podrían usar por el trabajo o la escuela o se lo han rapado del todo. En este sentido yo he optado por permitir que mi cabello chino crezca a sus anchas sin darle forma alguna y dejarme la barba y el bigote que si soy honesto me crecen de forma desigual y fea, pero eso ahora mismo no importa, estos días el cabello y el vello facial pueden hacer lo que les de la gana, el afeitarse esta muy abajo en la lista de prioridades.
Mucha gente ha optado por la actividad física y comparten sus rutinas en casa, otros exploran intereses como cocinar o hacer malabares, en general, el sentimiento es que la gente que se lo puede permitir esta usando este súbito y excesivo tiempo libre para desarrollar intereses que ya tenían, pero no habían podido por las cadenas de la rutina. A mi me sirve como recordatorio que el ser humano no es una criatura de naturaleza sedentaria ni física ni mentalmente, el ser humano esta ansioso de moverse y expresarse física e intelectualmente a través de varios medios, la rutina premia la practicidad y eficacia y estas expresiones quedan relegadas a ultimo plano, pero ahora, es como el cabello y el vello facial; simplemente pueden crecer a sus anchas.

Estos días he notado que las horas que duermo son bastante irregulares sin motivo aparente. De pronto me sorprendo despierto pasadas las seis de la mañana sin el mínimo ápice de sueño, otros al despertarme y ver la hora me doy cuenta de que solo dormí 2 o 3 horas pero no me siento en lo absoluto cansado y soy capaz de llevar mis actividades sin ningún tipo de pesar. A veces de madrugada escucho a los perros del vecindario ladrar. Explorando las redes sociales hay grupos de gente reportando lo mismo que yo, el insomnio, las horas irregulares de sueño y el ladrar de los perros.
Lo de los caninos no me parece extraño en lo absoluto, en lo que a mi respecta los perros han ladrado toda la vida, quizá siempre a la misma hora pero es la primera vez que hay tantas personas despiertas para darse cuenta.
Estos días de horas irregulares e insomnio coincidió con la luna rosa.
Por un par de noches fue visible una luna perfectamente redonda que por causas meteorológicas que no logro entender del todo aunque me lo expliquen se vio mas grande de lo normal y de un color rojizo.
La primera noche que fue visible me lo perdí del todo y solamente me entere del suceso porque al día siguiente mis redes sociales estaban llenas de fotografías de la luna tomadas con celulares y vídeos en baja resolución. La segunda noche una amiga que ahora vive a 2200 kilómetros de distancia me llamo al teléfono celular para pedirme que saliera y sacara fotos de la luna con mi cámara profesional. Cosa que opté por no hacer.
Desde la ventana de mi alcoba no veo directamente la luna pero puedo ver hacia los jardines de los vecinos en hilera. Desde aquí puedo ver unos 6 jardines traseros y la misma cantidad de jardines delanteros. La segunda noche, tan pronto terminé la llamada con mi amiga asomé la cabeza por la ventana y en la oscuridad de la noche vi a mis vecinos de pie sobre sus jardines mirando fijamente hacia la luna rojiza que desde mi ventana simplemente no alcanzo a ver, esa visión me hizo pensar que me estaba perdiendo de algo espectacular pero, por mera pereza simplemente regrese a la cama, me enrede entre las sabanas e intente dormir a pesar de que sabia que no lo conseguiría fácilmente. Los perros de los vecinos aullaban entre si con particular insistencia, como si ellos también estuvieran fascinados con aquel satélite natural de nuestro planeta.
Eventualmente logre quedarme dormido cuando empezaba a amanecer y los pájaros empezaban a cantar.

Cuando me desperté mire el reloj e hice cuentas; había dormido poco mas de seis horas, tiempo muy por encima del promedio.
Miré el teléfono y tenia cinco mensajes, el primero era mi amiga con la que había hablado la noche anterior preguntándome sobre las fotos que me había pedido tomar. No le respondí.
Del resto, dos eran de amigos del trabajo, uno de un amigo de infancia y otro de un familiar, los cuatro mensajes tenían mas o menos el mismo contenido; me preguntaban si había visto la luna o me incitaban a verla. Tampoco respondí a ninguno de esos mensajes.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es normal que alguien te pida fotos, recuerda aquel dicho crea fama y échate a dormir. Tengo pocos contactos que aceptó son muy buenos fotógrafos y tú eres uno de ellos. Al final tu decides que hacer, en qué gastar tu tiempo, pero lo más importante tienes la libertad de poder darle valor a los cosas y saber si son fascinantes O simplemente es un episodio más de está cuarentena que juega con nuestras mentes.

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